• La tragedia que afectó alrededor de un millón de habitantes entre guerrerenses, turistas nacionales o extranjeros.

La tragedia que viven nuestros hermanos en Acapulco y la costa de Guerrero, vino a remarcar la confrontación entre los dos bandos en que está dividido políticamente el país; que lamentable que la oposición “aproveche” la oportunidad para sacar raja política de la desgracia del pueblo guerrerense.

Mire usted, los opositores están más preocupados por desinformar difundiendo noticias falsas, para hacer creer a la ciudadanía que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es ineficaz, ineficiente y que es el culpable de la devastación.

Por su parte Obrador, aprovechó la actitud de sus detractores que politizaron la tragedia para evidenciarlos y señalarlos de conservadores que anteponen sus propios intereses, a los del pueblo en general.

La tragedia que afectó alrededor de un millón de habitantes entre guerrerenses, turistas nacionales o extranjeros, además de empresarios, comerciantes, campesinos y pescadores, entre otros, según la oposición pudo haberse manejado de una mejor manera.

La responsabilidad del Gobierno de México, es no avisar a tiempo, que Otis cambió de tormenta tropical a Huracán categoría 5, cosa que hizo en poco tiempo, y que amenazaba con impactar la costa guerrerense incluido Acapulco.

Es más, el tweet de AMLO, aunque lo hizo oportunamente, unas horas antes del impacto de Otis, no fue suficiente, porque la población en general y particularmente aquellos que están divirtiéndose o disfrutando de sus vacaciones prestan poca o nula atención a lo que twittea el Mandatario Nacional.

Quizá, el Presidente de México, y su gabinete en general, al igual que los gobiernos tanto estatal como municipal, debieron haber difundido la advertencia no solo por redes sociales, sino también por medios de comunicación,  y Perifoneo por todas las zonas en riesgo.

Además debieron de haber implementado refugios y rutas de evacuación; porque aunque la devastación era inevitable, si se pudieron salvar algunas o tal vez a todas las personas que lamentablemente perdieron la vida.

Y sinceramente no creo que las cifras oficiales de decesos sean las reales, pues es difícil de creer, que haya dejado esa cantidad de muertos; al ver la magnitud de la devastación, y además sabiendo que agarró de improviso a la población, nos hace pensar que se alteran las cifras oficiales. Duda que aumenta por el “error” de la Gobernadora de Guerrero que por la noche dió a conocer una cifra superior a los muertos que dijo al día siguiente en la mañanera que existían.

El gobierno ha sido señalado por la oposición de actuar con lentitud e ineficacia, lo cual puede pasarle a los gobiernos de la 4T, por su inexperiencia, pero que me digan que el ejército con su plan DNIIIE, no sabe qué hacer, pues no se los creo.

Lo cierto es, que el llevar la ayuda humanitaria como la que proporciona el gobierno federal se dificultó por la falta de acceso, al estar fuera de funcionamiento el aeropuerto y las carreteras bloqueadas, pues la ayuda tardó en llegar.

Es más hasta el día de hoy, 31 de octubre del 2023, miles de damnificados aún no reciben alimentos, agua, medicamentos; lo cual se irá subsanando poco a poco, toda vez que la carretera fue rehabilitada y se creó un puente aéreo para llevar víveres y poder sacar a los turistas.

Deplorable el saqueo y la rapiña en centros comerciales, y gasolineras; pero sólo quien lo perdió todo, sabe lo que se siente, no se justifica pero es comprensible de que traten de hacerse de algo para empezar a enfrentar la difícil situación que se les viene.

Oiga porque se lleva esos enseres del supermercado cuestionó un reportero a un ciudadano; a lo que le respondió: “lo perdí todo y nadie me dará nada”.

En el 2007, Tabasco sufrió una inundación brutal, quedó devastado el estado, miles lo perdieron todo, quien esto escribe perdió su negocio (taquería); el apoyo llegó gracias al entonces delegado de economía en el Estado, Luis Carlos Dupeyron, que autorizó se me entregara un cheque por diez mil pesos, cantidad que ni para las ollas alcanzó, además que la ayuda llegó casi al año.

La oposición dice que no habrá dinero para apoyar a los damnificados, porque se eliminó el fonden, como se le conocía al guardadito que tenían los gobiernos anteriores como fondo para desastres naturales.

El tiempo nos dirá, quién miente, si la oposición que dice que no hay recursos para ayudar a los damnificados de Otis, o AMLO, que dice contar con todo el presupuesto de la Federación para rescatar a la costa guerrerense. Dejémosle esa respuesta al tiempo.

Durante la actual administración Tabasco se volvió a inundar, y por instrucciones del Presidente de México, se elaboró un plan de apoyo para las personas afectadas; fueron más de 200 mil los que recibieron no sólo los diez mil pesos que se acostumbraba dar, sino que se les entregaron también enseres domésticos, como estufas, colchones, refrigeradores, ventiladores, entre otras cosas que se necesitan en el hogar.

Por eso, cuando AMLO, dijo: “me canso ganso, que vamos a levantar a Acapulco”, debió dar tranquilidad a los guerrerenses porque el gobierno federal les dotará de nuevo de sus enseres domésticos, es más habló ahora hasta de construir casas, reparar viviendas, y por supuesto que ayudarán a los comerciantes también, al tiempo. Hasta la próxima entrega.