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Editorial
“Cuando veas las barbas de tu vecino cortar; pon las tuyas a remojar”.
En un hecho histórico los argentinos se volcaron a las urnas, logrando que el hartazgo triunfara; en Argentina le dijeron no a la continuidad de los gobiernos izquierdistas, y de paso vencieron el principal obstáculo de la democracia, el abstencionismo.
La mayoría del pueblo argentino se expresó dónde su opinión si cuenta, en las urnas, porque hacerlo en las redes sociales, es intrascendente; el caso es que su hartazgo lo manifestaron donde debían hacerlo, y lo hicieron de forma contundente eligiendo el cambio y rechazando la continuidad.
En una reciente encuesta realizada en Tabasco por Morena, que dio como resultado cifras similares a las que se dan a nivel nacional; preguntaron cuál era el rumbo del Estado, arrojando que un 45.8% dijo que va en la dirección correcta, mientras que un 36.8% considera que va en la dirección incorrecta.
Esto nos dice que alrededor del 50% de los mexicanos consideran que vamos en la dirección correcta; o sea que los gobiernos de AMLO y de la 4T, en los diferentes estados y municipios que gobierna van en la dirección correcta.
Sin embargo, existe un 36.8%, o sea una tercera parte del país considera lo contrario, para ellos el gobierno de Morena lleva a México en una dirección incorrecta; y ahí está el nicho de las posibilidades de la oposición de lograr arrebatarle el gobierno a Morena.
¿Cuál fue el
mérito de Javier Milei, Presidente electo de Argentina, para ganarse la simpatía de la mayoría del electorado?, el ex Presidente Mauricio Macri, dijo que fue el representar con valentía la voluntad de avanzar y prosperar que vive en el corazón de los argentinos.
Otro punto a su favor, y que probablemente haya sido decisivo en su triunfo, es que Milei, supo escuchar la voz de los jóvenes y el hartazgo de millones de sus conciudadanos, en pocas palabra supo hacer click con la mayoría del electorado.
Contrariamente en México, hasta estos momentos no hay una candidata o candidato de la oposición que tenga el respaldo de la ciudadanía.
Por otra parte, el triunfo de la ultraderecha en Argentina evidenció a la oposición en México, pues no es necesario hacer alianzas entre partidos que históricamente han enarbolado ideologías diferentes.
Lo peor es que dejó al descubierto que a los partidos de oposición en México les faltan liderazgos, convicción con sus ideales y que están prácticamente desarticulados, y en peligro de extinción.
Asimismo, con lo sucedido en Argentina, es evidente que la única forma de ganar que tiene la oposición es convenciendo a la ciudadanía que vote por ellos.
Algo más que nos dejan las elecciones en Argentina, es la civilidad política con que se deben afrontar los resultados adversos de una contienda electoral.
En su discurso en el búnker de Unión por la Patria, Sergio Massa, antes que se diera el resultado oficial, reconoció la derrota y aseguró: “Me he comunicado con Javier Milei para felicitarlo porque es el próximo presidente que los argentinos eligieron para los próximos cuatro años”.
Y continuó señalando: “Lo hice convencido de que lo más importante es el mensaje de que la convivencia, el diálogo, respeto por la paz, frente a tanta violencia y descalificación, es el mejor camino que podemos recorrer”.
Asimismo, señaló muy convencido que Argentina emprenderá otro camino, y que dar certezas y garantías sobre el funcionamiento político, social y económico es del presidente electo, y que espera que lo haga.
Además, puntualizó que en el futuro el país, necesita avanzar, y que para ello deben construirse acuerdos de políticas de Estado, y que para ello debe transitarse por la construcción de acuerdos en el sistema educativo, laboral, de garantías de derechos humanos, y el sistema de relaciones internacionales de Argentina con el mundo.
Así están las cosas en el mundo, y por supuesto que en México no son diferentes; sólo queda esperar a los resultados de la elección presidencial del 2024, para ver si la oposición aprendió la lección que le acaban de dar los políticos argentinos.
